tipos de virus informaticos

¿Qué tipos de virus informáticos pueden dañar la empresa?

A todos nos gustaría vivir en un mundo donde la tecnología no se encontrase con ningún inconveniente. Sería ideal que no existieran los virus, que nuestros ordenadores siempre estuvieran protegidos y que no hubiera que preocuparse por nada en términos de seguridad. Ese tipo de pensamiento es utópico y está alejado de la realidad, por lo que es conveniente que salgamos de esa burbuja de fantasía y pensemos en la importancia de conocer los tipos de virus informáticos que existen. ¿Cuáles son concretamente los que pueden dar problemas a nuestra empresa en cuanto a la pérdida o robo de datos?

 

Gusanos informáticos

Los worms o gusanos informáticos son virus que llevan aterrorizando a los negocios desde hace décadas. Su infección se puede producir de mil maneras distintas, incluso sin cometer ningún error o sin hacer algo que claramente sea un poco peligroso cuando navegamos por la red. Estos gusanos se instalan dentro del ordenador de manera silenciosa y actúan posteriormente replicándose con rapidez, poniendo en compromiso la información del sistema y pudiendo llegar a bloquear el uso de ciertos componentes. No es infrecuente que un gusano se ocupe de atacar el disco duro y eliminar, por ejemplo, la información que está almacenada en él. Por eso la entrada de tecnología como la nube ha ayudado a muchas empresas a que este tipo de situaciones no sea tan dramática, dado que los datos siempre se pueden recuperar del entorno cloud aunque se borren de forma local.

 

Troyanos

También conocidos como caballos de troya. La infección con este tipo de virus se produce mediante la ejecución de un programa que previamente ha sido infectado. También puede infectarse el equipo al ejecutar un archivo malintencionado que simplemente ocultaba el troyano y que una vez lo ejecutamos desaparece. Hace una década fue el tipo de virus más extendido y de mayor popularidad, pero poco a poco ha ido reduciendo su presencia. Puede ser mortal para una empresa, dado que al activarse tiene capacidad para producir el mal funcionamiento de distintos elementos, dando acceso a distancia a hackers que quieran usar los equipos infectados. Esto ha hecho que sea un sistema frecuente para el robo de información y datos clasificados.

 

Bombas temporales

Como seguro que ya habéis oído en alguna ocasión, los virus informáticos son como las bacterias en el cuerpo humano: los tenemos dentro esperando a que tengamos las defensas bajas y entonces actúan. En el caso de los virus no ocurre de la misma manera, puesto que primero el equipo se tiene que infectar. Pero en muchas ocasiones no tenemos constancia de que se ha producido esa infección, dado que el virus se ha quedado dentro a la espera de que ocurra algo específico, a que llegue un momento clave. Cuando el virus se activa en una fecha determinada, como el último día del año, estamos hablando de bombas temporales. También hay una variante de esta conocida como bombas lógicas, que son aquellas que se activan cuando ocurre algo determinado en el ordenador. Un buen ejemplo de ello es cuando pulsamos varias teclas que han sido ajustadas como detonador de la infección del virus (alt + ctrl + otra tecla, por ejemplo).

 

De sobreescritura

Hay algunos virus cuya finalidad no es que los ordenadores dejen de funcionar, ni de dar acceso a los equipos a los hackers. Su finalidad se encuentra en sobreescribir datos. Actúan de mala fe y son peligrosos si trabajamos en un entorno en el cual nuestra información no esté protegida ni duplicada en otros servidores donde podamos tener la tranquilidad de que no pasará nada si desaparece. Estos virus sobreescriben esta información sensible, lo que puede llegar a sembrar el caos en la empresa. En otros casos lo que se sobreescribe son los registros del sistema operativo y eso produce graves problemas que solo podrá solucionar el departamento informático.

 

Residentes

Los residentes son virus que actúan de una forma similar a las bombas temporales, pero que están siempre en segundo plano afectando al equipo de una manera leve. Lo que puede parecer un problema secundario, porque el rendimiento no se ve demasiado afectado, puede acabar convirtiéndose en una peligrosa situación, dado que ese virus irá provocando problemas en el equipo, eliminando archivos o incluso infectando a otros ordenadores.

 

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