Habitualmente hablamos de la nube, de los procesos que se pueden gestionar con la misma y de todos los beneficios de los que disponen los usuarios y los profesionales que la aprovechan. Pero en ocasiones nos olvidamos de que antes de ser conocedores de la nube hemos sido usuarios que nos hemos tenido que acostumbrar a ella, que hemos aprendido a sacarle provecho y que hemos derribado los muros de los entornos locales a los que estábamos habituados.
Todavía hoy día hay multitud de empresas y trabajadores con larga experiencia informática que no tienen contacto con la nube y que desconocen incluso los procesos más sencillos. Por eso también nos queremos ocupar de profundizar en ello y detallar procesos como el que supone subir archivos a la nube. ¿De qué trata exactamente? ¿cómo se puede realizar de la manera más sencilla para obtener unos resultados totalmente eficientes? Son respuestas que os daremos a continuación con un tutorial paso a paso que no dejará margen a ningún tipo de duda.
Elegir un servicio
La subida de documentos a la nube depende, en cierta manera, del software que estemos utilizando. La experiencia varía dependiendo de este factor, aunque en la mayor parte de los casos el proceso viene a ser similar. A nosotros personalmente uno de los que más nos gusta es Google Drive, puesto que más allá de la opinión que podamos tener de algunas de las decisiones de su empresa, hay que reconocer que se trata de uno de los servicios que mejor funcionan entre los muchos disponibles en el mercado. Al proporcionar acceso a una gran nube de posibilidades, Google Drive se gana nuestra confianza y es, sin duda, una de las mejores formas de hacer este tipo de prueba para que todos vosotros podáis entender el funcionamiento de esta tecnología.
El proceso paso a paso
Lo primero es entrar en la dirección en la que se encuentra localizado el servicio en nube Google Drive: http://drive.google.com. Una vez accedemos a la dirección tenemos que identificarnos con una cuenta de Google que, sino tenéis, podéis conseguir de manera gratuita. Es importante utilizar la dirección de correo de nuestra empresa debido a que serán muchos los procesos en nube de los que nos podremos beneficiar para un mejor funcionamiento en el día a día.
Al estar dentro buscamos “Mi unidad” y pinchamos, lo que producirá que aparezca un desplegable. En este veremos que la segunda opción es “subir archivos”. Tendremos que pinchar en ella y esto abrirá un menú de navegación en nuestro equipo donde tendremos que buscar el archivo que deseamos subir a la nube. Seleccionamos un archivo y pinchamos. Veremos que en la esquina inferior derecha aparecerá un menú que nos informará del estado de la subida. La subida a Google Drive se realiza con buen ritmo, aunque esto también dependerá del tipo de conexión a Internet que tengáis. En poco tiempo (dependiendo, por otro lado, del peso del archivo) el documento se habrá subido. Veréis un cuadro de diálogo donde pondrá “se ha subido 1 elemento” y veréis el archivo en la pantalla de Google Drive que tenéis delante.
Tenéis que pensar, para simplificar la idea, que Google Drive es como un disco duro de vuestro ordenador al que accedéis desde cualquier lugar y que se encuentra protegido para que solo podáis acceder a él vosotros por medio de vuestro nombre de usuario y contraseña. Como ocurre en vuestro ordenador podéis crear carpetas contenedoras que almacenarán los archivos que vayáis subiendo a la nube. La facilidad para mover los documentos es pasmosa, puesto que solo tenéis que arrastrarlos como si fueran archivos que estuvieran en vuestro ordenador con Windows.
Si lo que queremos es subir una carpeta llena de archivos, para que así no tengamos que crearla luego, lo podemos hacer cambiando un paso del tutorial. En el momento en el cual seleccionáis “subir archivos” tenéis que mirar una opción posterior, dado que pondrá “subir carpeta”. El proceso será el mismo, ya que navegaréis en vuestro ordenador, pero esta vez seleccionaréis una carpeta completa. De esta forma aumentaréis la velocidad.
Y si queréis más velocidad en los procesos os vamos a dar un truco: lo único que tenéis que hacer para subir un archivo a la nube de Google Drive es arrastrarlo desde vuestro ordenador. Es decir, seleccionáis un documento y en vez de moverlo por Windows, lo que hacéis es lanzarlo a vuestra interfaz de Google Drive que tendréis abierta en el navegador web que utilicéis. De esta forma el archivo se subirá de la misma manera que con el proceso explicado anteriormente. Y una vez esté en nube, el archivo ya no se irá de ahí hasta que vosotros mismos decidáis borrarlo.