redundancia de datos

Redundancia de datos, seguridad y sistemas

En la actualidad los sistemas de bases de datos son herramientas muy utilizadas por la gran mayoría de los usuarios y empresas para poder acceder, de forma rápida y sencilla, a cualquier tipo de información que necesiten para desarrollar su trabajo o llegar hasta el objetivo que se habían propuesto previamente. Pero al igual que este sistema ofrece facilidades a todos aquellos que hacen uso de él, a la vez está compuesto por otros elementos más pequeños que conforman un entramado en el que todas las piezas encajan a la perfección para que cada sistema ofrezca los mejores servicios de la forma más completa posible.

 

Redundancia en seguridad

Una de las causas, por la que el uso de las bases de datos es recomendable y fiable, es la redundancia de los propios datos recogidos en el sistema. Esto quiere decir que se produce en varias ocasiones y en diferentes lugares un almacenamiento de esos datos, lo que conlleva a lo que conocemos popularmente como copias de seguridad. Lo cierto es que la redundancia de datos es una buena opción para solucionar diferentes problemas que pueden ir apareciendo, sobre todo en relación a la protección o la confiabilidad, además de los parámetros de seguridad que comentábamos en el párrafo anterior. Sí, el concepto de seguridad quizás sea uno de los más asentados con respecto a la redundancia de datos. El hecho de copiar varias veces los datos que se integran en la base hace que el usuario puede tener cierta tranquilidad a la hora de realizar modificaciones en su trabajo o si necesita recuperarlo en algún momento en el caso de que se haya producido algún fallo en el soporte que estaba utilizando.

Años atrás eran los propios usuarios los que cada cierto tiempo tenían que guardar el trabajo realizado para así no perderlo. Sin embargo, hoy en día es poco inusual que los sistemas de bases de datos no incorporen la opción de redundancia, siendo esta prácticamente automática. Esta es una medida que, aunque sirve correctamente a los usuarios, las mayores beneficiadas son las empresas, pues como bien sabemos, estas utilizan una topología de red en la que varios ordenadores están conectados entre sí y ofrecen múltiples vías para intercambiar datos. Con la redundancia de datos, todos los cambios que puedan producirse llegarán a toda la comunidad de usuarios, por lo que resulta un sistema muy eficaz y rápido.

 

Elementos a tener en cuenta

Pero existen diferentes formatos en los que se puede dar esta redundancia de datos dentro de una base. Hay varios sistemas informáticos redundantes que se pueden aplicar a diversos sistemas operativos y plataformas. En cualquier caso, un servidor suele tener como componentes redundantes, los discos, las tarjetas de red y las fuentes de alimentación.

En cuanto a los discos duros, estos son los dispositivos donde se guardan los datos. Generalmente, los servidores suelen presentar problemas cuando ha ocurrido algún fallo en su disco duro, sobre todo si solo se presenta uno. En cambio, si utilizamos la técnica RAID, podremos crear un conjunto de discos de redundancia de datos para así tener disponibles otros discos si alguno nos falla. Con esta técnica se aumenta la velocidad y se mejora el sistema de almacenamiento. Por otro lado, tenemos también las tarjetas de red, que son las encargadas de comunicar nuestro dispositivo con el resto. Por norma general los servidores suelen presentar dos tarjetas de red con redundancia de datos, así en caso de fallo siempre tendremos una de ellas disponible.

El tercero de los sistemas relacionados con la redundancia de datos son las fuentes de alimentación, y en este caso los servidores también suelen presentar dos o más de ellas. Están conectadas a diferentes sistemas eléctricos para garantizar el correcto funcionamiento del servidor en caso de que ocurra algún fallo en alguno de los sistemas. En definitiva, la redundancia de datos es un sistema fundamental para el correcto almacenamiento de los datos disponibles en la base. Con la repetición de los mismos se logran obtener copias de seguridad. Así los usuarios siempre tendrán una fuente al alcance para recuperar cualquier tipo de información o volver a retomar el trabajo que estaban realizando ante algún fallo que se pueda llegar a producir.

 

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