La seguridad es el principal factor que intentamos potenciar en la contratación de una centralita en la nube. Para nuestra empresa siempre buscamos la máxima seguridad y se trata de algo en lo cual preferimos no escatimar en medios. A nadie le gusta imaginar que su negocio puede ser víctima de un ataque hacker en el cual los datos de sus usuarios, clientes o sistemas de acceso se vean comprometidos. Por eso hay ocasiones, sobre todo cuando estamos comenzando a trabajar con este tipo de tecnología, en las que desconfiamos de la nube. Y lo hacemos por costumbre, porque en nuestra mente tenemos estipulada otra forma de trabajar en términos tecnológicos, una que, en realidad, está caduca y es menos segura que los entornos cloud. Por eso hay que mentalizarse de una cosa: la nube es muy segura. Hoy os ayudamos a entenderlo mejor.
Los tópicos que nos limitan
Recordemos que los servicios que se gestionan en nube, como puede ser una centralita, se encuentran a distancia de una forma no física. Están replicados en distintos lugares y no tenemos un control físico sobre ellos. Y eso nos asusta. No porque tengamos motivos, sino porque de una forma prehistórica nos encontramos encadenados a esa idea de que si no tenemos algo cerca realmente no contamos con control sobre ello. Y en este sentido podemos decirnos muchas cosas para convencernos del error que estamos cometiendo al desconfiar. Por ejemplo, ¿necesitamos tener localmente un servicio como este cuando en realidad no tenemos conocimiento o control sobre lo que se requiere para gestionar este tipo de tecnología? Porque por mucho que estemos cerca del servidor o del sistema no vamos a hacer nada si no tenemos los conocimientos necesarios. Dicho esto, ¿no estará mejor nuestra centralita gestionada en nube y supervisada por auténticos expertos?
Y si queremos buscar un símil, solo hay que pensar en la forma en la que conducimos nuestro coche y nos enfrentamos a una avería. Cuando estamos conduciendo y vemos que nuestro vehículo se ha detenido, ¿qué hacemos? Vamos, levantamos el motor y miramos. Miramos, aunque no sabemos qué ocurre, porque no somos expertos. Comprobamos las ruedas y si una ha pinchado la sabemos cambiar. Pero si el problema no se encuentra ahí hay pocas posibilidades de conseguir volver a poner en funcionamiento el coche. Lo más probable es que tengamos que recurrir a un servicio de asistencia en carretera para que lo arregle. Lo mismo ocurre cuando hablamos de un servicio de centralita o de otros elementos tecnológicos que podamos usar en nuestra empresa.
Ventajas que debemos aprovechar
Dicho esto, hay que añadir que los servicios en nube están mejor preparados para proporcionarnos lo que necesitamos a la hora de potenciar nuestro negocio. Toda la información y la centralita en global está replicada en distintos centros de datos a lo largo del mundo, sin necesidad de que se encuentren a una distancia cercana. No importa si uno de estos centros de datos sufre un problema, ataque o caída, dado que los demás actuarán a modo de respaldo para que no debamos preocuparnos por nada. Y en el caso de que los centros de datos simplemente se sobrecarguen, el sistema también se ocupará de que el rendimiento sea el adecuado al realizar un balanceo de los accesos que se lleven a cabo. A lo sumo la indisponibilidad podría ser de uno o dos segundos, pero la naturaleza de la nube trabaja para que esto no sea algo que ocurra.
En nuestro caso tenemos que saber que no debemos preocuparnos del mantenimiento de la centralita. Todo queda en manos del proveedor, desde las condiciones de temperatura o limpieza de los centros de datos hasta la seguridad. No hay que temer por ataques a distancia ni por problemas que pudieran ocurrir de forma física en el lugar donde estuviera la centralita. Ni siquiera algo tan grave como un incendio supondría que nuestra centralita en la nube no estuviera disponible de forma permanente. Para asegurar esto los proveedores de los servicios en nube tienen protocolos que siguen a rajatabla y que garantizan el máximo rendimiento. Por otro lado, no hay que preocuparse de actualizaciones, mantenimiento ni de renovación de un hardware que puede quedar obsoleto demasiado temprano. Las garantías son totales.