¿Dónde puedo situar mi almacén de datos?

Información sobre clientes, las ventas, comparaciones, tendencias… grandes cantidades de datos que una empresa debe gestionar y organizar con el objetivo de sacar el máximo rendimiento a las operaciones que desee realizar en cualquier momento. Tal colección de datos ocupa un espacio considerable y existen varios lugares que se pueden utilizar como almacén de datos.

Al principio el primer espacio de almacenamiento de datos era el propio cerebro humano, las paredes de las cavernas del pleistoceno, un papel, etc. Pero gracias a la tecnología, en toda la primera mitad del siglo XX las máquinas ya necesitaban una forma de ingresar la información y poder guardarla. Debido a esta necesidad se creó la tarjeta perforada que mandaba instrucciones al propio ordenador para ejecutar la operación deseada, y a partir de ahí pasando por modelos mejorados en cuanto a espacio y velocidad, la evolución de estos sistemas de almacenamiento llegó al disco duro como lo conocemos hoy en día. Actualmente existe una rivalidad entre discos duros y las aplicaciones en la nube.

 

El disco duro y la nube: ventajas y desventajas

El disco duro tradicional lo usamos en cualquier equipo de trabajo, integrado al PC de oficina, aunque también existen los discos duros externos que se utilizan para transportar y almacenar grandes cantidades de información. Las ventajas de usar este dispositivo son:

  • Gran capacidad de almacenamiento: Actualmente los discos duros superan el espacio de 1TB (terabyte) que se traduce en 1024 GB (gigabyte).
  • Bajo coste: El precio a pagar por este método está muy por debajo de la nube además el mantenimiento es mucho más barato que otros como las memorias RAM, memorias flash, etc.
  • Rápido acceso a los datos con respecto a otros métodos: La velocidad de reacción es mucho más rápida.
  • Durabilidad: En condiciones normales de uso, el disco duro puede durar muchos años antes de dejar de ser útil.

 

Desventajas:

  • El exceso de calor,  golpes o movimientos bruscos al disco duro, podría llegar a dañar la información alterándola o perdiéndola.
  • El ruido provocado por las piezas mecánicas dentro del disco duro.
  • Consumen energía eléctrica dado que tienen que mantener los discos internos girando miles de veces por minuto, un factor totalmente opuesto a la nube.
  • Si se trata de un disco duro integrado en el PC, es más difícil trasladar la información de un lugar a otro ya que se debe desconectar y en el camino puede sufrir movimientos o golpes que dañen la información.

 

Por otro lado tenemos la nube, un sistema que se está convirtiendo en tendencia entre PYMES y grandes empresas gracias a sus numerosas ventajas:

  • Acceso a los datos desde cualquier sitio y desde cualquier dispositivo. Esto ayuda mucho a tener una buena gestión de tu almacén de datos ya que puedes controlarlo desde cualquier punto siempre que se tenga acceso a una red.
  • Todos los datos se encuentran en un mismo sitio: Con un disco duro podría darse el caso de tener que utilizar un segundo para seguir almacenando información teniendo la base de datos repartida.
  • Ahorro en hardware: El gasto de discos duros se eliminaría.

 

Inconvenientes:

  • En comparación al disco duro existe menos seguridad en la nube. Lo que ocurre es que los datos quedan expuestos a cualquier malware que tenga acceso a la misma red donde se sitúan tus datos. Con un disco duro, sería imposible acceder a él desde una red.
  • Mayor gasto en el contrato de servicio.
  • Si no se tiene un acceso a internet o a una red local es imposible acceder a la nube para consultar el almacén de datos.

 

Por tanto, podemos seguir confiando en los sistemas convencionales como se ha ido haciendo desde la creación de los primeros discos duros, pero confiar en la nube asegura un crecimiento de cara al futuro. Es muy importante poder consultar cuando y donde quieras tu almacén de datos, uno seguro y sin margen de fallos.

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