Un entorno digitalizado como el actual requiere de empresas digitalizadas. Hasta ahí estamos todos de acuerdo. Pero con ello no nos referimos a empresas avanzadas tecnológicamente, sino a compañías con una visión diferente, con estrategias eficaces y procesos innovadores adaptados a la nueva realidad digital hiperconectada y altamente social en la que nos encontramos.
Para ello se requiere instaurar en las empresas una cultura digital que esté presente en todos los procesos, en todos y cada uno de los departamentos y personas de la empresa. Se necesitará también un talento bien gestionado, es decir, profesionales competentes que puedan llevar la transformación de una pyme a buen puerto y alcanzar los objetivos marcados. En el horizonte hay que tener bien claro en qué quieres que se convierta tu empresa y encaminar todas las acciones necesarias a conseguirlo. ¿Crees que tu compañía tiene esa filosofía interiorizada y cuenta con profesionales con las competencias necesarias para lanzarte a la revolución digital?
Competencias digitales básicas y necesarias
Todo está cambiando, la relación de las empresas con los clientes, la forma de trabajar, la gestión de los equipos, las comunicaciones… Son evidentes los nuevos hábitos de vida y consumo que nos ha traído internet y su globalización y conectividad. En este contexto novedoso surge el concepto de “competencias digitales” como aquellas necesarias para poder aprovechar las oportunidades de negocio y estratégicas que ofrece la transformación digital. ¿Qué necesita un profesional para ser parte y hacer posible la transformación digital?
- Saber entender al consumidor digital, ese que vive permanentemente conectado, que tiene unas necesidades nuevas y un nivel de exigencia más alto, que opina y lo hace saber a través de una red que llega a todo aquel que se conecte, que quiere ver el producto en la tienda física y comprar en internet o viceversa, que requiere información relevante y de calidad. Entender a este cliente es una de las claves de la cultura digital necesaria para la transformación de las empresas.
- Conocer y saber manejar las herramientas digitales que afectan a todos los ámbitos: comunicación con el cliente, gestión de la información, gestión de los procesos de producción, logística, administración, etc., desde herramientas de software, redes sociales, herramientas de curación de contenidos, de escritura digitales para hacer presentaciones efectivas, etc. Deben ser profesionales con una capacidad de aprendizaje constante para adaptarse a las novedades y actualizaciones de esas herramientas además de incorporar los nuevos procesos y oportunidades que surjan. Deberán «aprender a aprender».
- Un profesional que tenga interiorizada la cultura digital tendrá que ser un gran conocedor del nuevo espacio de comunicación, de este nuevo mercado que es conversacional, y por ello deberá manejar las plataformas sociales y los mecanismos de comunicación digitales. Más que nunca se entablará relación con clientes y posibles clientes, trabajadores, mercados, inversores, etc. Tendrá que dominar los códigos y lenguajes digitales, participar en las redes sociales haciendo el mejor uso posible de la comunicación en beneficio de la marca e intervendrá en entornos colaborativos online.
- Deberá ser capaz de manejar grandes cantidades de información, evaluarla, compartirla y almacenarla, para más tarde poder hacer un uso conveniente de la misma. Para ello deberá contar con la eficacia y utilidad del cloud computing, que ahorra espacio y reduce costes, además de facilitar la movilidad y aumentar la seguridad.
Estas competencias digitales necesarias para las empresas del siglo XXI hacen necesarios trabajadores de acción, que actúen con determinación, tecnológicamente competentes y que sepan trabajar en red y desde la red: serán los nuevos talentos digitales.
El establecimiento de una cultura digital en tu empresa, con sus creencias y pautas de conducta claras, te llevará al desarrollo de una eficaz transformación digital, lo que dará una ventaja competitiva a tu negocio. Es más, de no hacerlo, podrías congelarte en el túnel del tiempo y perder grandes oportunidades, incluso poner en riesgo la supervivencia tu pyme.
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