En las empresas y organizaciones se suele invertir dinero y tiempo en reformar las instalaciones, en mejorar la atención al cliente, en comprar equipos de última generación…, pero existe un gran olvidado que es tan importante como todos los anteriores: el capital humano.
El capital humano en las organizaciones está formado por todas las personas que trabajan en ella y su formación, su satisfacción y sus relaciones internas son cruciales para el desarrollo de la organización.
En este post te vamos a contar cómo cada una de estas tres variables influye en ello.
Satisfacción
La satisfacción del capital humano en las organizaciones es el eje central de todo, ya que una persona que no se siente satisfecha difícilmente podrá hacer un buen trabajo o atender de forma satisfactoria a un cliente. Además, las personas insatisfechas te abandonarán a la mínima de cambio.
Al hablar de satisfacción nos referimos también a realización personal y profesional, es decir, que el capital humano de las organizaciones sienta que su trabajo le ayuda a desarrollarse y a crecer como persona y como profesional. La satisfacción va mucho más allá de lo económico y existen muchas personas que prefieren sentirse realizadas en su trabajo aunque cobren un poco menos.
Por eso, si no quieres estar cambiando tu capital humano cada dos por tres, debes cuidar mucho su satisfacción y asegurarte de que todas y cada una de las personas que lo forman se sienten a gusto y que no tienen motivos para irse a trabajar a otro sitio aunque se lo ofrezcan.
Además la satisfacción del capital humano en las organizaciones puede alcanzarse también gracias a las dos siguientes variables
Formación
La formación del capital humano en las organizaciones es la que permitirá a las personas que forman parte de ella adquirir los conocimientos necesarios para hacer su trabajo. Esta formación puede abarcar desde áreas tecnológicas (ofimática, edición de webs, community management, seguridad en la nube…) hasta áreas de marketing (ventas, negociación, cultura empresarial…) y áreas de desarrollo personal y profesional (inteligencia emocional, creatividad, gestión del tiempo…). Además, esta formación, si es de calidad, contribuirá a su satisfacción dentro de la organización.
Si no mantienes formado a tu capital humano, llegará el momento en que veas cómo no saben utilizar los equipos de trabajo, cómo atienden a tus clientes de la peor forma posible y cómo las discusiones entre ellos acaban por resquebrajar la satisfacción de todo el equipo.
Y es precisamente a raíz de esto último donde entran las relaciones internas.
Relaciones internas
Las relaciones internas del capital humano en las organizaciones son aquellas relaciones que se establecen entre las personas que lo forman, sin contar a los proveedores ni a los clientes.
No importa lo mucho que hayas trabajado la satisfacción de tu capital humano ni lo mucho que hayas hecho para formarles, que si existe tensión o mala relación entre ellos o entre algunos de ellos, esto afectará a cualquiera de tus objetivos. Las emociones mandan sobre el razonamiento y una persona que trabaja en tensión con otra no podrá sacar lo mejor de ella misma.
En casos así, debes plantearte seriamente si se pueden solucionar esas tensiones mediante una formación o una sesión de coaching a medida o si a los intereses de tu organización les resultará mejor prescindir de alguno de los miembros de tu capital humano.
Como ves, el capital humano en las organizaciones es el eje central a partir del cual parten la satisfacción del cliente, los ingresos de la organización y cualquier otro objetivo que tengas. Cuidar tu capital humano no es un gasto; es un ingreso, y de los mayores.