5 trampas de la transformación digital que tu Pyme debe evitar

Es posible que estés viviendo una situación parecida a esta. En tu empresa todos estáis de acuerdo en la necesidad de la transformación digital. Habéis destinado dinero y se han calmado los temores de aquellos que pensaban que os quedaríais estancados o de los que tenían miedo al cambio. Existe un ambiente de esperanza renovada y se ha comenzado el viaje hacia la tierra prometida de lo digital.


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Pero por alguna razón, todo ese esfuerzo parece estar estancado o en peligro de estrellarse. ¿Por qué? Todo parecía tan bonito sobre el papel…

Es probable que vuestros esfuerzos están siendo saboteados desde el interior de la empresa. Existen una serie de culpables muy familiares que actúan solos o en conjunto, y que pueden hacer tropezar vuestra transformación digital.

La buena noticia es que te vamos a dar una pista de quienes son los responsables y la mala noticia es que no son personas, tecnologías o culturas. Son tendencias y tentaciones que pueden estar escondidas en cualquier lugar.

 

1. Abrumar a la gente con la complejidad del todo

Lo primero es centrarse en problemas sencillos. Si enfrentas a la gente con tareas complejas rápidamente tratarán de filtrar su complejidad para no verse abrumados. Es posible que lo primero que te digan es que necesitan nuevos equipos, más espacio, mejor software,  más dinero, etc.

Fijándose en un elemento sencillo, pierden de vista la dura realidad de lo que se debe lograr. Mantenerse detrás evitando ser arrastrados por esas fijaciones más amplias es la clave del éxito.

 

2. Visión borrosa

El segundo problema parece justo lo contrario, pero realmente ambos están muy estrechamente relacionados. En lugar de seleccionar objetivos claros y luego trabajar hacia ellos, muchas organizaciones tratan de evitar algunos de los problemas más molestos proponiendo una visión.

Pero hay demasiados visiones que en realidad son como slogans de marketing poco relacionados con los objetivos que se deben alcanzar.

La mayoría de los empresarios son conscientes de la necesidad de la transformación digital, pero la presión de hacerlo a menudo les empuja a hacer los primeros movimientos sin tener claro a dónde les llevan exactamente. Por desgracia, esto a menudo resulta en alejar precisamente a las personas encargadas de convertir las visiones en realidad diaria.

 

3. Subestimar las tareas

El grito más común en cualquier organización es que se necesita más dinero y la respuesta más común es que no hay más. Así que lo normal es que se hace lo que se puede de la mejor forma posible. Y los primeros problemas suelen surgir con la asignación de recursos humanos.

Cuando se habla de transformación digital, a menudo se pregunta por la persona que va a gestionar el proyecto de transformación. Y la respuesta suele ser que la persona que va a llevar el proyecto es alguien que ya tiene un empleo a tiempo completo, aunque algunas veces sí que se tiene la tentación de contratar a un gerente de proyecto.

En otras organizaciones, con frecuencia podemos ver que un jefe de proyecto a tiempo parcial no es una solución. Los resultados suelen ser frustrantes y el personal acaba quemado.

 

4. Uso de herramientas y tecnologías inadecuadas

La tecnología, herramientas, y cualquier otro tipo de infraestructura no resuelven los problemas de una organización por sí solos, pero son parte integral de la solución global. Si usamos herramientas inadecuadas que no están al día con las nuevas exigencias, los esfuerzos de transformación quedan saboteados.

Si hablamos de mantener el foco en un comportamiento digital en tiempo real pero no invertimos en herramientas de análisis profesionales más allá del freeware, las buenas intenciones y los nuevos conceptos quedan empequeñecidos.

 

5. No invertir fuertemente en las personas

Formación, educación, entrenamiento, e incluso el asesoramiento son una parte muy importante del proceso y el despliegue de nuevos productos digitales. La formación cuesta dinero, pero cuesta mucho menos que el desperdicio y las pérdidas que resultan de un estresado y confundido personal tratando de averiguar lo que los jefes han ordenado. Ayuda a tu gente a sentirse bien en el proyecto de transformación y comprobarás cómo ellos van a querer que la transformación suceda.

 

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