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Tendencias de seguridad web en 2016

La seguridad web continúa siendo uno de los principales aspectos que fomentan las empresas de hardware y software, sobre todo a la vista de cómo en los últimos meses se ha expandido un sentimiento mayor de preocupación por la privacidad de los usuarios. Ahora público y empresas por igual no solo quieren saber que sus terminales estarán seguros, sino que también se encontrarán protegidos y aislados de personas o entidades que pudieran acceder a su información sin su correspondiente permiso. Esta forma de mejorar y fomentar la seguridad online se aprecia en las últimas novedades del mercado tecnológico, que nacen y progresan en paralelo al desarrollo de nuevos sistemas de seguridad. El Internet de las cosas o la potencia con la cual los wearables están extendiéndose son dos buenos reflejos de lo que requiere y demanda el mercado en este sentido.

 

Un año trepidante

Este año 2016 ha sido trepidante en cuanto a progreso de la seguridad aplicada a la red. A lo largo de estos meses hemos visto cómo la ingeniería social ha predominado en la mejora de la seguridad, aunque aún desde un punto de vista atrasado, dado que aún no todos los usuarios son conscientes de la relevancia de sus contraseñas. El phising ha sido un tipo de ataque que también se ha dado en demasiados casos y a lo cual los sistemas de seguridad han plantado batalla por medio de nuevas ideas y métodos de resistencia. El malware se reduce y lo mismo ocurre poco a poco con el ransomware, pero su presencia amenaza con volver a primer plano en cuanto los métodos de seguridad actuales les pierdan la pista.

 

Así están las tendencias

El Internet de las cosas es algo en lo cual el año 2016 ha depositado una gran relevancia. Cada vez los usuarios tienen más dispositivos conectados en el hogar y lo normal es que estos se encuentren dentro de una red que comparten en común con un mismo punto de acceso. Si lo pensamos quizá nos demos cuenta de que tenemos más terminales de lo que podamos imaginar conectados en común. Partimos del smartphone, posiblemente varios móviles si compartimos casa o vivimos en familia. Lo mismo se aplica a la empresa, por si os lo estáis preguntando. Continuando con el tablet o los tablets, los ordenadores portátiles, que también dependen de la misma conexión inalámbrica y otros dispositivos que hagan uso de la red.

En este grupo de otros hay tantos ejemplos que se pueden hacer que podríamos cubrir un párrafo entero hablando de ellos. Podemos englobar desde consolas de videojuegos hasta impresoras, accesorios multimedia, altavoces para reproducir sonido, equipos de home cinema, la televisión, el reproductor de DVD o Blu-ray, así como en casos más digitalizados algunos de los principales electrodomésticos de la casa. Si a esto le sumamos que algunos hogares ya han digitalizado su seguridad, con cámaras conectadas al móvil, podemos ver que el Internet de las cosas está acaparando cada vez más presencia en nuestras vidas. Muchos de estos dispositivos utilizan JavaScript, HTML y CCS, lenguajes que conocemos bien y que comparten una serie de puntos en común. El problema es que todos ellos, aunque incorporan sus propios sistemas de seguridad, todavía quedan demasiado abandonados a su suerte y requieren que se refuerce la seguridad con nuevas medidas.

Hablemos también de los wearable, un tipo de tecnología que requiere mucha seguridad y que ha ido expandiéndose en los últimos años, aunque sin llegar a tener la trascendencia de los dispositivos smartphone o tablet, por poner ejemplos fácilmente reconocibles. Estos terminales usan principalmente la misma tecnología web que los del Internet de las cosas, como HTML, JS y CSS, lo que requiere el mismo tipo de supervisión. El problema con no controlar la seguridad de estos dispositivos es que normalmente siempre están vinculados a un smartphone para compartir información, por lo que si no se protege puede dar lugar a un riesgo importante. No obstante, los fabricantes han tomado buena nota y los nuevos modelos de wearable, tanto pulseras deportivas como relojes inteligentes, ya han reforzado esta característica.

A fin de cuentas, todas estas tendencias en seguridad tienen un punto en común: la nube. Por eso es tan importante que el sector continúe, como ha estado haciendo hasta ahora, reforzando la estabilidad y privacidad del cloud computing para continuar mejorando los sistemas. Por suerte, los profesionales en seguridad web ya saben que sigue siendo un factor imprescindible que se mantengan actualizados, alerta y que continúen educando a sus compañeros en la adopción de los mejores métodos de seguridad.

 

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